El vómito, la hediondez, el olor a comida insalubremente preparada, la gente se apretuja, nadie respeta el perímetro físico de nadie, la promiscuidad de la turbamulta.
Entretanto, si el matrimonio y la paternidad deben sobrevivir como instituciones sociales, es necesaria cierta transigencia ante el dilema existente entre la monogamia perpetua y la promiscuidad.